¿Qué es una mala racha?
Una racha de mala suerte puede ser una etapa en la que se suceden diferentes acontecimientos desagradables, o que afectan infructuosamente a tu vida, que normalmente, se atribuyen al destino o a una fuerza exterior que te invade, ante la que no puedes luchar ni hacer nada por evitar.
Se entiende una mala racha como un periodo pasajero que suele ser breve, en el que se condensan distintos eventos desafortunados que pueden provocar angustia, dolor, tristeza, pesadumbre, ira, decepción, miedo, frustración…
Por regla general, un problema o contrariedad puntual, no se considera una mala racha, sino que en ese corto periodo de tiempo, parece que se sucede una adversidad tras otra y, automáticamente, atribuimos ese hecho a un mal de ojo o al abandono por parte de la Diosa Fortuna.
Pero, no hay que echar siempre la culpa al destino, a la suerte o a cualquier otro agente externo que se entromete en nuestra vida para desmoronarla o para ponernos a prueba, ya que, en la mayoría de ocasiones, una mala racha puede estar incitada por nuestra propia actitud ante la vida.
¿Es posible acabar con una racha de mala suerte?
Por supuesto. Tú tienes mucho más poder del que te imaginas. Cuando sientes que te ha caído una racha de mala suerte, es probable que tú también la estés fomentando cuando agachas la cabeza, crees que no puedes hacer nada por evitarla, culpas al destino y dejas que las cosas sigan sucediendo, resignándote cada vez más y esperando a que el tiempo pase para que decida recompensarte con una racha positiva que está por llegar.
Pero, tu estado de ánimo negativo, puede ser el causante de que esa mala suerte continúe. De hecho, puede que lo que suceda a tu alrededor no sea tan negativo como tú lo estás viendo, y solo necesitas un cambio de actitud y de percepción para reconocer que tienes muchas cosas que celebrar que de lamentar.
A veces, la mala suerte es solo una cuestión de superstición. De hecho, muchos elementos que para una cultura implican mala fortuna, para otras son utilizadas como iconos de poder o de abundancia. Del mismo modo, tu actitud puede ser determinante para provocar determinadas situaciones que impliquen buena o mala suerte. Por ejemplo, si sales a la calle y te encuentras con un trébol de cuatro hojas, pensarás que vas a tener un día de suerte, y esa actitud positiva, es la que puede hacer que vivas esa jornada con una alegría excepcional, con ilusión, con esperanza. Seguro que, al final del día, puedes hacer un balance muy positivo de todo lo que has vivido, aunque no tengas algún acontecimiento digno de ser destacado.
Sin embargo, si sales a la calle y se te cruza un gato negro, es posible que pases el día con temor a que algo malo te ocurra por esa superstición. Cuando llegue la noche, posiblemente tampoco tengas ningún hecho relevante al que atribuir mala suerte, pero tu percepción puede ser de pesadumbre y de haber tenido una jornada nefasta porque te has sentido alicaído o alicaída sin motivo.
Qué hacer para acabar con una racha de mala suerte
Réstale importancia
En primer lugar, es imprescindible quitarle importancia. Aunque se presenten situaciones adversas en tu vida, no puedes permitir que sean las que te dominen. Resignarse a que sufres un periodo de mala suerte, puede hacer que se extienda, que se arraigue y que se intensifique. No te dejes vencer por ese pensamiento, porque el poder de tu mente reside en ti.
Dale la vuelta a la tortilla
Si te resulta difícil descartar la idea de que vives bajo la influencia de una mala racha, puedes darle la vuelta a la tortilla argumentando la ley de compensación universal. Cuando has pasado por una etapa de mala suerte, el universo te va a compensar, de inmediato, con una de buena suerte. ¿Crees que tienes esa capacidad de sugestión? Entonces, también podrás convencerte de que después de la tempestad viene la calma, y una vez pasado lo malo, tienes que estar preparado para vivir lo bueno.
Utiliza el poder de tu mente
Los mantras funcionan y, si nunca los has puesto en práctica, es posible que no sepas el gran poder que tienen. Levántate cada mañana pensando que va a ser el mejor día de tu vida y recurre a la frase que mejor vaya con tu naturaleza, con tus objetivos o con tus intereses, para repetirla una y otra vez, mirándote al espejo, antes de salir de casa. Dedica tiempo a la meditación y a la reflexión para analizar todo lo bueno que tienes en la vida, y todo lo que tienes a tu alrededor que te puede hacer feliz. Valóralo y predispón lo necesario para disfrutar de todo lo que está a tu alcance, o de todos los recursos que tienes para ir a por ellos.
Amuletos que pueden ayudarte
Y si necesitas una pequeña ayuda o algún elemento con el que te sientas más protegido o protegida, elige un objeto, un amuleto al que le puedas dar el poder que necesitas. Igual te sientes mejor si llevas un pequeño talismán con el que te vuelves invencible.
Pero, no olvides que eres tú quien puede crear las ocasiones y las oportunidades. Tú puedes crear la buena suerte.